El barrio de Gràcia se queda sin uno de sus pocos pulmones verdes
Una plataforma vecinal lucha para que no desaparezca un jardín con palmeras centenarias que su antiguo propietario cedió a la Iglesia para uso comunitario
Vida | 17/02/2012 - 00:01h
La tranquilidad que se respiraba hace unas semanas en el jardín de 800 metros cuadrados del convento de las Misioneras del Santísimo Sacramento y Maria Immaculada, en la calle Encarnación, ha dado paso a un paisaje desolador provocado por las ruinas de una obra que empezó a principios de año. Este oasis, ubicado en la isla que conforman las calles Encarnació, Torrent de les Flors, Sant Luís y Escorial, es uno de los pocos pulmones verdes que hay en el barrio de Gracia y cuenta con cuatro palmeras centenarias, un abeto de 25 metros de altura y otras especies como limoneros o acacias.
Hace unos días que las misioneras decidieron dejar esta ubicación por encontrarse el convento en mal estado y “otras causas” que no han querido detallar. El registro mercantil está a nombre de estas religiosas que finalmente han vendido el terreno, asesoradas por el Arzobispado de Barcelona, a una promotora que anuncia en su página web la “futura promoción de fincas con dos dormitorios y plazas de parking en el distrito de Gràcia”. En 1999 acordaron que si cambiaban de sitio, cederían un 25% de la venta de los terrenos al Arzobispado y otro 25% a la iglesia de Sant Joan de Gràcia, según ha confirmado el propio arzobispado, que no ha querido revelar el precio de la operación.
En cuestión de días, aparecieron las máquinas excavadoras en el interior de la isla de pisos para demoler el convento. “Fue de un día para otro, a primera de hora de la mañana escuché el ruido de las máquinas y no sabía qué pasaba”, asegura una de las vecinas que tiene un balcón exterior con vistas al jardín.